20110405

Que es que

Que es que

Cuando puede ver lo que estaba pasando, razone equívocamente, mi cuerpo quedo perplejo y mi cabeza no era capas de dar ordenes a mis extremidades para que se moviesen. Mis brazos no me pertenecían y mis piernas tampoco, creó, que el corazón que late dentro de mi pecho jamás había estado ahí. Mis manos son extrañas y un chinchíllido no se me es familiar. Aun no me atrevo a abrir los ojos para ver mi cuerpo. Sin embargo se lo que tengo que hacer y lo are. Por lo que queda de humanidad en nuestro ser, no habré de dejar que mi cuerpo les pertenezca. Fue instintivo, y claramente siguiendo las ordenes de dichas voces que resuenan en mi cabeza, aunque ya no mas.

Después de la explosión, sentí mi cuerpo arder con la nieve. Poco después perdí la conciencia y me desmaye. Cuando recupere la noción, me llevaban sobre vehículo, me levante y llevaba puesto un abrigo gris largo en uno de los bolsillo cigarrillo y el otro un elegante encendedor con la cara de un simio no recuerdo bien cual era, se que era uno de esos con los diente grandes como un Babuino. Mis extremidades aun estaban aletargadas, mientras que mis pensamientos estaban claros, ya no habría voces ni nada por el estilo. Al parecer el vehículo era militar aun que las vestimenta de dichos soldados no era como la de los militares que recordaba. No estoy seguro si estoy en la tierra o en algún otro lugar, quizás este en Marte o quizás donde. Nadie dice nada, y a un costado al parecer es un mujer quien me acompaña, lo se porque su aroma es distinto. Es extraño, al parecer poseo mas de un juego de parpado, creo haber estado en alguna base de investigación o algo por el estilo, nadie dice nada. Aunque ella se percata de hecho de no poder encender el cigarrillo e inicia la conversión sutilmente. En su cabeza, dudando si decir que vamos a ver a (…) y algo de un libro que se supone que yo lo tengo. Me mira dudando si hablar, aunque creo que sabe que ver sus pensamientos. A pesar de estar pensando muchas cosas y de estar dentro de su cabeza dijo algo que al principio no tuvo sentido; él te envió. – quien demonios era él. Sin saber nada de lo que me habla un juego de ases se presenta en mi cabeza, cada uno separados en dos pares y luego quedan solo los las “A”. No logro comprender sin embargo digo XIXI – a lo que ella me dice, hace montones que no me llamaban como doble once. Veo que estas recuperando rápido.

Que demonios esta pasando acá, necesito que alguien me explique. Uno de ellos me dice, como estuvo el regreso, por un momento pensamos que equivocaste las coordenadas pero llegaste tal y como lo predijo él. Ahora que asestado con el en Kurilintraba, necesitamos que nos cuentes como acaba todo, como termina la Segunda era del Kaos, como matamos a dios y como abrir el portal para traer a los Mutilados de guerra que quedan en Natai. – ¿que es esto? Solo atino a reír, no comprendo nada de lo que dicen. A lo que ellos no ríen, mientras el vehículo se detiene y bajamos de el, para que uno me diga John acá esta el libro 73 ¿Cuál traes tú?

Al parecer todo era complemente diferente a como podría unir la realidad de mis recuerdos a los hechos reales que estaba sucediendo, de alguna manera me había convertido en John, lo ultimo que recuerdo sobre él es que le perseguía por las callejuelas de una ciudadela del consejo. Pase corriendo y este se oculto en un Bar, entre a la taberna y me atendió una señorita, me dijo que me esperaban y me llevo a una mesa. En ella estaba sentado un tipo a contra luz, solo pude ver su silueta, llevaba un abrigo largo y un sombrero. Sobre la mesa unos vasos de Martini y palitos de madera, una caja de cigarros de tabaco negro y un encendedor de mandril, no recuerdo la conversación, pero me indico donde estaba él. Detrás de mi habían dos sujetos que discutían algo sobre un viaje que harían. Al parecer estaban embriagados en alguna realidad alterna a nosotros. Uno me pidió fuego, y el tipo me señalizo que le facilitara el encendedor. Una vez que encendieron su cigarrillo uno de ellos se levanto y llevo a su amigo fuera del bar, detrás le siguieron dos tipos de la barra y el me indico un momento de desfragmentación del estación, debía ser cauteloso solo duraría un instante y debía correr hacia la muralla antes que este desapareciera. Sentí de la presencia de él y el tipo a tras luz me dice; ¡ahora!

Solo recuerdo haber corrido a través de la muralla y luego estar atado en una capsula con voces gritando; ¡muchacho, muchacho sal de ahí! Luego creí tener mis ojos zurcidos y mis pies entumecidos, no recuerdo mucho del lugar, peor estoy seguro de haber causado gran revuelo, escape de ese lugar y me recogió un carro militar. Y ahora dicen que soy él.

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