La espera

La espera

Cuentan que tiempo después las cosas se habrían solucionado, los hombres que habitaban Kurilintraba antes del conflicto volvieron a sus labores de costumbre. En la memoria de los habitantes este rincón del universo no tuvo recuerdo alguno de dicho día y de lo anterior a esto. Del imaginario colectivo el Dr. Poe desapareció, el trabajo en los pabellones fue cada vez más efectivo y la paz y armonía resurgió en universo, no tardo el tiempo en que se comenzara a narrar historias, generarse mitos y construcciones fantásticas de los hecho de cómo se llego a vivir en Kurilintraba. El consejo comenzaría a recibir estos comunicados mentales de los hombres que habitaban esta tierra. Después de la reconstrucción, ni en los recuerdos del consejo estuvo dicho momento, algunos de los hombres descubrieron que podrían materializar sus ideas, sueños y perversiones. Que aquellos que yacía oculto en lo mas profundó de la mente humana podría hacerse realidad y que aquellos que los hombres prohibían a los hombres ya no podría ser mas prohibido. En la cuenca de los ojos, la esperanza se transcribía y se transmitía entre los hombres que ahí Vivian. Unos comenzaron a darse cuanta que podrían ver y escuchar lo que el otro que le acompañaba estaba pensando. Y que junto podrían crear y destruir.

Es inaudito hablar de aquellos que construyeron, para entenderlo acá no es posible, visualizar siquiera aquello que esos creaban, seria como hacer que un simio comprendiese la razón del ser y de la existencia humana, seria como si un hombre pudiese comprender el porque de su existencia. Seria como hacer bailar rinocerontes alados, cuyas figuras redundantes disimulan la vergüenza que estos tienen al danzar con tutu.

Estos hombres fueron libres de crear e imaginar como nunca antes al parecer otro hubiese hecho otro hombre. Su impacto fue tal, que el consejo encontró estos actos una aberración, podrían hacer los hombres todo aquellos que su cuerpo inspirase, podían ser cuerpos libres y armoniosos entre los ideas y la idea de sus ideas, su cuerpo ahora sin limites y su limites sin cuerpo. Los llevaron a crear e imaginar, los llevaron a dejar de lado sus labores e incluso se cuenta el aquel día, el universo jamás había sido testigo de un acto tan hermoso como el de la masacre de destellos purpuras.

Cuando comprendieron que ya nada les podría hacer daño, y que habían derrotado a la muerte, sus cuerpos se elevaron sobre la Kurilintraba envueltos en esferas maestras todas de sus ideas, volvieron al polvo cósmico en aire, e incluso dejaron de necesitarlo fueron millones de ellos lo que elevaron dicha tarde su cuerpo hacia el espacio, creció la imagen y el reflejo de la luz del sol que entibiaba sus almas. Eran las tormentas de Júpiter las que quitaron las miradas. Pero algo mas impresionante que les robo el alma e hizo que algunos se sintiesen mas humanos que nunca. Miraron al sol, y entre estrellas y planetas, un vacio habitaba entre ellos. Ese vacio no tenia sentido, eran escombros de metal y roca a la deriva en el espacio. Sin embargo esos hombres no soportaron dicha pena, la angustia fue tan grande como la que siente un hombre cuando lo ha perdido todo, cuando pierde a su mejor amigo o aun hermano, una pena más grande de la que podríamos sentir si se nos mueren nuestros padres. Es un vacio en el alma de los hombres cuando ven que son el último hombre. Dicen que ese día la pena fue tan grande que algunos lograron hacer combustión en el espacio. Fueron millares de ellos lo que perdieron la noción explotaron y cayeron al ahora planeta llamado Kurilintraba. Porque el nefasto destino de sus vida se veía truncado por el propósito de sus existencia y la ignorancia de su historia.

Sin saber que le apenaba o que era aquello que causo dicho fenómeno, el consejo llamo a concilio, decidieron entonces averiguar ¿porque? La cofradía o la hermandad se harían cargo de entrenar hombres cuyo fin seria el dominio completo de sus instintos. Que sus mentes se insieran fuerte y el dominio de la materialización de sus emociones fuese un trabajo de todos.

Se modificaron los antiguos métodos de viajes en el tiempo y se construyo el primer batallón oficial, tras averiguar algunos hechos pasados. Todos se prepararon para ese día, para el día del viaje.