No hay tiempo para llorar
Fue el cumpleaños de mi padre, y una de las cosas que nunca salen del son lagrimas. Un que por estos tiempos es muy difícil contener la rabia y las lágrimas dentro. Solo he visto llorar una vez en la vida a mi padre, ese día no me sostenía solo y nadie creyó que eso ocurriría, el día que mi padre lloro fue, el día en que tuvimos que enterrar a mi hermana menor. Y hoy, a menos de una semana del terremoto que azotó el centro de nuestro país, vemos nuestra casa fisurada, y que a cada remesón que la tierra da, vemos ceder la vigas poco a poco, de la casa que mi padre construyo con sus propias manos, casa que comenzó a construir luego de destruir la otra después del entierro de mi hermana.
Hay cosa que no logro comprender aun. Pero sin embargo, los acontecimientos en la mayoría de los ámbitos del acontecer socio político e espiritual de los últimos días lo comprendo a la perfección. Comprendo que los intereses de unos no son ni serán jamás los mismo de los otros. Puedo decir por ejemplo, que tengo plena consistencia que escribo estas líneas dentro de una casa de deberá ser demolida pues su daño estructural es tal, que no es apta para la habitabilidad de ningún sujeto, y presenta peligro inminente para quienes la habitan y circundan su perímetro. A pesar de mi conciencia de aquello y de la pena que abruma a mi padre, y el constante rostro lastimero de mi madre, sabemos bien que hemos podido sobrellevar cosas peores en nuestra propia historia. La mediana edad que sostiene mi cuerpo, no es más que la porfía de la muerte de mirar a un lado cada vez que me le cruzo. No obstante, entre remesón y remesón hago lo imposible por no perecer en este instante, hay un toque de queda dentro de toda la región afecta, en son de mantener el orden y justificar a si mismo la soberbia de un pueblo, que camina sin rumbo directo, si no qué en varios sentidos a la vez.
Puedo ver que las cosas no están muy claras para mucho en estos días, para mi no ha sido fácil si quiera el hecho de poder sentarme a escribir. El cataclismo no solo se llevo un par de cosas de nuestras casas, no solo fue la ausencia de agua y la incomunicación junto al corte de la red eléctrica o la importuna rebeldía de nuestras entidades gubernamentales, que no obstante de un alto numero de aprobación del país a su ya caduco gobierno. Le hacia falta una situación real, y no una ficticia de laboratorio para ver la efectividad de un sistema regulador que durante 20 años críos a esos hombre que en los momentos en donde los hombres hacen los que tiene que hacer, ellos recogen un puñal y cortan la mano que les sostiene sus almas pendiendo de un hilo del abismo de la desesperanza y la animalidad. Más cercanos a un zombi que a un digno animal, la conducta sin igual de una sociedad corrompida por el materialismo, no el histórico de Marx, si no al capitalista liberalista o neo liberalista de la exactamente lo mismo. No nos llenemos la boca de conceptos, que al final de cuentas terminan engullendo a los hombres en redes de fetichismos sobre le mercado, el consumo y la religión. Solo fetiches que el bien social establece casi de forma dogmatica el que hacer de un hombre de bien, justifica así sus duras críticas hacia aquellos que no obedezcan dicha regla social. Así como el los gobiernos han dejado que los sistema (o el sistema) se auto regule, las sociedades hijas del residuo militar mal llamado en un comienzo transición a la democracia, no fue más bien una continua y sistemática aplicación del terror y la farándula televisiva de un gobierno democrático, el cual para lo que tenemos memoria y estudiamos para no olvidar, recordamos bien que el primer plan de nuestro presidente de la concertación que nos venia a rescatar de la dictadura, fue el desarme de los movimiento paramilitares que tenia nuestro país, de una forma de asegurarse así su dictadura de la mayoría, traicionando a todos aquellos hombres que lucharon por su país y por su gente. La aniquilación del MIR y del Frente Patriótico, no solo fue un golpe hacia los grupos anarco comunistas, sino que la voz de un pueblo que clama por derechos.
Con algún tipo de descaro se comenzó a ejecutar el proyecto de ”los Chicago-boys” así la oferta de nuestro país a los mejores postores del mercado extranjero, si bien la economía de exportación produjo el empuje de nuestro país a comienzo de los 90’ y a ganarse el titulo de los Jaguares de Latinoamérica, produjeron un hambre feroz en las mentes de los jóvenes hombres de aquellos tiempos, alimentados con la prosperidad de nuestro país sumado a xenofilia que caracteriza a nuestra gente, comenzaron rápidamente a infectar con esa cosa característica de la clase alta, la cual intenta ser “Socia lite” criolla de medio pelo, esa que se jura la heredera de las tierras de los fundos de sus abuelos, los cuales robaron al indígena y se apoderaron de lo que nunca fue de ellos. De esa misma clase social que incubo en la mente de los hombres y mujeres que no habría nada peor como ser negro, podre y maricón (citando a un Historiador), obviando que ser chileno es ser mestizo de alguna forma, podres por antonomasia ya que el conquistador solo llego con deudas y porque el indígena su mayor riqueza siempre fue su tierra, la cual siempre fue de todos jamás ambicionando más allá de lo necesario para vivir.
Sin querer nos fuimos impregnando de esta imagen de poder y grandeza que no nos correspondía, nos llenamos de un orgullo que no nos pertenecía y hoy mas que mal, construimos las ciudades copiando modelos europeos o gringos, pero siempre a la chilena, siempre ganadores y jamás vencidos como dice un logo por hay. Las cosas no son sencillas lo se, lo tengo claro, para un joven de clase baja como yo, estudiar un carrera universitaria es un sueño, que con esfuerzo se puede hacer real. Sin embargo algún tipo de personas, los cuales son los ejemplo de la “Socia lite” clásica, esa que adora o sueña con sus hijos siendo abogados, doctores ingenieros o arquitectos. Esa misma clase que se mofa de la “ciencias Blandas” y humillan profesores en reuniones de cursos. Esa estirpe de hombre que se criaron y aprendieron a ser hombre con las nanas, aunque estas sean chicas, feas y guatonas. Sin lugar a duda esta sociedad se les a arreglado para mantener el estatus cubo, y sin vergüenza alguna, construyen poblaciones en la periferias de las grandes urbes en localidades vulnerables y con latentes propensiones a la extinción frente a algún tipo de holocausto o catástrofe natural. Así sus muertes no pesaran sobre sus hombros.
Disfrazamos culturalmente lo que fuimos y seremos por nuestra herencia criolla. No comprendo de que se admiran cuando ven hombre y mujeres sin importar su clase o pigmentación de sus rostros, ni del transporte que usasen cuando todos entraron a diferentes locales a robar o saquear tiendas, cuando el resto intentábamos hacer lo nuestro, por los nuestros. Esa es la idiosincrasia del chileno, aprovecharse del pánico, robar cada vez que se pueda y ser un “ganador” de esa cultura incubada en la propia constitución política de nuestro país, y ejemplificada por nuestros hitos o ejemplos sociales, como el abogado que dejan a libertad a reales delincuentes, o lo médicos que se desnaturalizan con la muerte, los ingenieros que se mojan para construir edificios con la mitad de los materiales (no olvidemos las casa “copevas” para no recordar el edificio que esta de costado en Los Carreras Concepción, o los Edificios a la Italiana en Maipú), o los políticos con los Pino cheques o los sobresueldos. Son lo mismo, una sociedad educada con un ejemplo muy bueno y reluciente, con un poco de suspicacia diré lo siguiente; la ingenuidad es otra de las virtudes de nuestro pueblo, el tener que asumir con empatía el dolor de otros convirtiéndonos en ejemplo mundial de solidaridad, somos el único país que se caracteriza por conductas soeces. El primer país del mundo que llega al socialismo por la vía popular sin utilizaciones de armas. Segundo el único país que a pesar de tener un dictador, que extendió su gobierno como director supremo de la nación, se le rinde culto por un poco más del mitad de la población mientras quienes lo derrocan del poder, lo dejan como senador, y terminan lo que este tenia planeado y logran desarmar el país llegando así a ser el único país del mundo que después de un dictadura llega a la democracia sin la utilización de armas. El único sistema democrático que se ve tutelado por la derecha, los alimenta y les piden permiso de acción. Somos un chiste, sinceramente somos un chiste, un colega por hay decía refiriéndose a los estudiantes que estos correspondían a una especia de forma seudo humana llamada gastro – encéfalos. Nunca estuve de acuerdo a su apreciación, ya que estaba introducido es año en ese conflicto y lo tome a lo personal, por mi parte son un poco mas agresivo y digo que netamente son una pila de zombi intentado fagocitarse los unos a los otros. Sin embargo esta intencionalidad de caridad que manifiesta la gente frete a obras de caridad masivas como la teletón u otras, no es que un reflejo de nuestro cinismo y nuestra cara mas dura y falsable que poseemos como nación. Corremos masivamente a donar, cuando todos lo hacen para después mostrar nuestro logo en el pecho y que se nos infle este a reventar de orgullo. Empezando en que las instituciones a las cuales se apoyan no debieran existir de base, como entidades de caridad, debieran ser sustentadas por el estado a través de algún tipo de impuesto, sobre el alcohol y los automóviles. Porqué donamos a unas instituciones y no para otras, fácil, morbo. Somos una sociedad morosa, y eso no va solo para los chilenos, sino es casi una característica transversal en la sociedad de fin de siglo y se acrecentó en la era de la informática y las telecomunicaciones.
Aun más, nos gusta ver que les pasen las cosas a otros a esos personajes anónimos, rostros que lejos de nosotros con el siguiente comercial o la siguiente cerveza se quitaran de nuestra cabeza. Peor es más lo disfrutamos y nos sentimos participe del dolor, la alegría y otros sentimientos. Pero como unas ostras nos serramos al instante en que nos quieran tocar, mientras veo que la casa de un amigo la derrumban no dejo de pensar que esa maquinas esta noche dormirán frete a mi casa esperando que la desocupe para echar todo abajo.
Que sacamos de decirnos perteneciente a un sociedad de elite o ser un fiel feligrés de alguna comunidad creyente a algún tipo de deidad, llámenle como le llamen a su dios, tengan lo que tengan en sus bolsillos todos hoy me dan asco y vergüenza. No es solo por lo que ha acontecido en estos días, desde el sábado 27 hasta ahora. Entre mas y mas veo a los hombre actuar, menos parte de ellos me siento participe. No me vengan con pendejerias, que el país puede por si solo llenarse de soberbia y orgullo que no nos pertenece, hacerse dueños de la verdad y vetarnos de conocimiento. Hace un par de meses atrás, por casualidad me tope con informe que predecían los acontecimientos que vivos todos hace un tiempo, soy fanático de la ciencia ficción y del caos en todas sus formas. Siempre he visto a los hombres actuar sin pensar, actuando y siendo mucho menos que animales volitivos. Animus praeceps decía mi maestro, era lo que nos separaba del uso pleno de la razón, sin embargo siempre tuve claro que somos una plaga de carroñeros, gastro – encefálicos (como dice Villegas) sin importar que llevemos un lienzo atravesado en el pecho, una hechiza o una ak47, una biblia o los manuscritos de Marx, si creemos en dios o en los marcianos. A todos nos cuesta demasiado sentarnos a pensar, aunque se por un momento antes de hacer las cosas. No he visto ningún indígena en la televisión en son del terremoto, no se si el pueblo se habrá levantado, hoy por hoy, las cosas de la informática y la telecomunicación se abastece del morbo y de santificar a la almas caritativas, solo vemos las casa que ya no existen las casas del litoral central, la depresión intermedia estamos en el aire y los pueblos interiores incomunicados, las empresas se libran de impuestos donándolos a la causa y asumen responsabilidades mayores, asiendo una especie de justicia social. Del mismo tipo de los saqueos, las empresas que depredan sin piedad las carnes de los hombres y las tierras de nuestro país, que debilitan y modifican el territorio a su discreción para llenarse los bolsillos de unos pocos, hoy de forma caritativa las familias mas ricas y nuestro país, que se hacen de los bienes de otros de la forma mas legal que existe donan sumas importantes, construyendo una imagen a la ciudadanía de caritativos, travistiendo sus dobles vidas y sus mal logrados ingresos. Tal y como pablo escobar lo hacia en Colombia, lavan sus dineros en caridad y construyen imaginarios irreales.
Hace un par de años cuando me preguntaron como mejoraría el país, dije una cosa que sostengo y repito cada vez que se me es posible. Vasectomía, si quieren saber como, esperen la otra edición.
Soy Loquenossobra.
