20100727

LO APRENDIDO

A pesar de muchas cosas de lo que se pueda decir de mi. Todas están infundadas desde los prejuicios y la ignorancia. De hecho, yo no me atrevo a hablar sobre mí, por el mismo hecho, ignoro el porque de mis actos y derivo mi actuar a prejuicios sobre los actores que me rodean. Sin embargo, la aplicación de la metodología del escuchar, el proceso del esperar el feedback de retro alimentación de la comunicación, me señala la idea de no estar tan perdido en mis juicios o prejuicios.

A mayor conocimiento mayor son las distinciones que se pueden lograr ejecutar, con ellos también los juicios pueden estar mayormente justificados, o en su defecto. Pero este ensayo trata sobre mí, sobre quien entiende el ramo y las cosa en el mundo real y cotidiano. Para ello debo presentar al que no se ve, al que no existe en los documentos, al que no tiene fecha de nacimiento ni nada de eso que lo intuiría como real. Pero sin embargo es el que se apodera de este cuerpo presente y le hace actuar como un mutante o como un humano, que se yo de eso, si tan solo soy el medio por el cual esta forma como vida. Le llamo o se llama Loquenossobra, vive en el lado oscuro de la vida y no le incomoda, es terco y aburrido, aunque siempre lleve una sonrisa en la cara es solo de cínico. El cinismo es una herramienta con la cual se ha dotado y también es usada como un arma, no letal pero efectiva ante muchos procesos comunicativos y lingüísticos.

Pase por muchos procesos y cambios, desde yo solidario y conmutativo con la sociedad, una “empatía” sin igual y una disponibilidad con el otro, realmente significante. A un solipsismo destructivo y abrumador, de una realidad conciente en la cual mi existencia permanecía sujeta a la interpretación del otro sobre, a una configuración de un yo sobre todas las cosas. Se y estoy conciente que choco con la realidad del virtuosismo y del exitismo que sopesa en las conciencia de los sujetos que me rodean. Pero en realidad no se lastima ni me interesan mayormente sus unidades de medida o sus fracasos.

En el lado oscuro, las cosas no son muy diferente que el otro lado, acá también hay normas y unidades de medidas para ver quien es quien. Sin embargo me acodan más estas. No quiero ser feliz ni exitoso, solo quiero ser, simple y llanamente hablando. No espero ni un Nobel ni condecoraciones por actos, tampoco un reconocimiento publico por mis acciones solidarias. Tampoco vestir ropajes elegantes para que mi envidien al pasar, tampoco espero tener un lujoso auto para suplir algún complejo “falico”. Puede que este completamente equivoca, otra vez, pero lograr mayores niveles de diferenciación y aceptación de mi información en el otro, catapulta una conectividad nueva la cual intentare aprovechar a mi ventaja.

Vivo en el lado oscuro, no por decisión propia, sino por designios del azaroso destino. Las cosa no se me han dado fácil, pero tampoco tan difícil como para no sobrevivir. Deje de creer en el hombre y en esa tan aclamada humanidad que proclaman algunos, ni en un dios fatigador o benevolente.

Poseo el cinismo como herramienta, que me ayuda a trabajar y a socializar mejor que otros. Se afable no me cuesta nada de nada, sonreír y destinar mis virtudes a las acciones que esperen de mi. Es una cualidad innegable. Entiendo eso si que para el desarrollo de un individuo puede ser un arma de doble filo, el alimentar eso que llaman alma, con odio y rencor hacia todo eso que te rodea. Pero estoy hastiado de moralismos y falsedades valóricas que se niegan a si mismas.

Agradezco las nuevas oportunidades de lección sobre el desarrollo lingüístico que me ha entregado, los diferentes niveles de diferenciación y la elección de mis estados de ánimos. Los cuales varían respecto las circunstancias. Y a pesar de ser un suicida en practica, sobrevive, porque esto recién comienza.