20110405

Desde mi conciencia

Desde mi conciencia

No creo haber sido muy diferente al resto de la gente o de los jóvenes con los cuales solía compartir a diario, tampoco creo todas las cosas que se dicen sobre la tierra. Recuerdo bien la primera ves que me hablaron de ella y que si me unía al Pabellón 90 podría llegar a habitar tan mítico lugar.

Creo recordar perfectamente lo que escribí antes de mi primer viaje << Enfermo por saber la verdad y la realidad de cómo fueron las cosas antes de estos. Emprendo este viaje. Me encamino a tierras ya inexistentes, pero hay un hambre en mi que me lleva a tratar de entender las cosas tal y como fueron. Para ver si puedo, salvar algo, aunque solo sea en mis recuerdos o en la sola idea de haber podido haber estado hay. Dicen que la tierra era maravillosa.

Dicen que hace mucho tiempo atrás una estrella ilumina estas tierras y que las aguas ocupaban la sorprendente cifra del 70% de la superficie del planeta (¡no lo puedo creer, tanta agua en un solo lugar!). Y muchas cosas que a cualquiera de esta época nos parecen mitológicos, tales como algunos animales que tan solo quedan sus historias, pues ni vestigios ni recuerdos quedan de aquello. Sin embargo por medio de nuestras investigaciones hemos podido capturar parte de estas ideas. Creo que desde pequeño quise algún día poder tener la oportunidad de llegar a habitar dicho lugar tan maravilloso, hay cosa que se relatan que para algunos suena como un lugar espeluznante. Pero a mi me parece ideal, he escuchado al juglar desde siempre en medio de la nave narrar sus historias sobre los viajes a la tierra y con su cuerpo forma imágenes y configura con su palabras y su mente nos hace viajar a todos los que escuchamos sus historias, se muy bien que hay muchos que los tratan de loco, y que nosotros no podríamos vivir tan cerca del sol y que menos con la gravedad que tenia la tierra. Dicen que respiraban aire y que nuestros cuerpos se reventarían si pudiéramos llegar allá. No le temo a eso y deseo algún día llegar a ese lugar.

Acá en la nave, las cosas parecen, ser un mito que podríamos hacer realidad. En Kurilintraba hay muchas cosa que partieron siendo fantasías y se transformaron en realidades. Somos parte de una gran misión. Y se que mi escuadrón, <<el pabellón 90>> podría a llegar a ser parte importante de estas investigaciones. Y que mi duro entrenamiento podrá recopilar más información que los intentos anteriores. Se que algún día podre llegar a ser como el juglar>>

De la tierra recuerdo muy bien el rostro de mis padres y el de varios de los que me reunía, recuerdo algunos arboles y si cierro los ojos hay veces en donde se me vienen ciertos olores a la memoria e incluso hay momentos en donde puedo degustar hasta el aire. Recuerdo aquella muralla de piedra y algunos nombres de las estaciones por donde solía recorrer el tren e incluso creo haber estado enamora por lo menos una vez antes que todo esto ocurriera.

Aunque en este momento se me sea muy difícil conectar ideas de un tiempo que paso hace ya tanto, de hecho acá desde Kurilintraba, todo lo que pudo haber sucedido en realidad esta comprendido como irreal, como fantasías o alucinaciones, se comprende que para nosotros se nos es imposible tener algún tipo de relación cognitiva similar o idéntica a la de humano de la tierra de aquellos años en donde ocasionalmente ejercemos nuestras misiones. Sin embargo creo qué estar tanto tiempo con los hombres, que he comenzado a entender su primitiva forma de vida. No puedo entender o comprender realmente que es lo que esta sucediendo. Cada vez que mi simbiótico se conecta a la red con el ORV mi cabeza pareciese confundir todo, mi simbiótico se resetea y mis músculos vuelven a tener el vigor de siempre.

Cada vez que me toca viajar, suelo de vez en cuando ir a por mí, a verme y escucharme. Creo que nunca me he reconocido, peor se que es una manía que tengo. A un que este completamente prohibido, jamás me he hablado, pero si lo he hecho con mis amigos y con ella, creo que en el pasado los trate muy mal y por ello aun les escucho tras las puertas y en veces les ayudo un poco con sus cosas, se muy bien que jamás sabrán que fui yo quien las hace. Pero creo que mientras este en ello nunca podrá hacerles daño, ninguno de los del orden, también será porque jamás podrán sacar esto de mi cabeza. Siempre lo intento hacer desde la distancia, escondido entre la multitud o detrás de algún disfraz que suelo usar en cada misión. Hay cosas que no he podido sacarme de la cabeza – como su olor – cada vez que puedo huelo su cabello camuflado en la fila del banco o en el supermercado, en el paradero o esperando que cruce en rojo, ya que ella jamás cruza si no esta en rojo.

Oculto entre la muchedumbre soy incognito y creo haberme hecho favores a mi mismo en varias ocasiones aunque no creo que ninguna de esas veces hayan cambiado el curso de la historia de un planeta que cada vez que regreso de mis viajes en el tiempo, siempre esta el mismo cumulo negro, ese vacio que dejo la tierra cuando dejo de existir. Por tanto, creo que mis intervenciones no causaron mucho revuelo en la continuidad espacio temporal. Creo que si causo una paradoja, perfectamente podríamos desintegrarnos en el instante y volver a reconstruir en un universo construido por dicha paradoja, y al viajar de regreso se haría de tal manera que dicha intervención estaría hay como necesaria para forjar dicho tiempo.

Me queda poco tiempo de lucidez, ahora que he perdido el control de la situación, por primera vez no se realmente que ira a pasar, es primera vez durante todas las misiones que he efectuado a la tierra que no estoy seguro si podre salvarme de esta. No se que rayos va a pasar, lo mas probable es que se siga con el conducto regular.

Tengo claro que soy el mas apto para dicha misión, pero este error me costara la vida – mi cuerpo habrá de ser remplazado y mi simbiótico reprogramado en otro cuerpo y misión. Miedo a morir no tengo alguno, dé hecho los viajes en el tiempo podrían ser peor que la misma muerte, incluso como miembro del pabellón 90 tenemos el entrenamiento para suscitar nuestra propia muerte en caso de errores de comando o de fallar en la misión. Mucho antes de esta instancia, mi problema es mas grabes que mi propia muerte, mi misión esta en una situación critica y puede causar realmente un desastre. Se que puede remediarlo, se que soy el capaz de hacer esto. Sólo tengo una opción, esculpe en mi simbiótico una especie de forma irreproducible, un código dicha complejidad no sea jamás dicha, más que por mi, sin embargo debo codificar que es lo que quiero. Pero ¿Qué es lo que quiero? Ya no tengo tiempo, estoy sintiendo el ORV entrando en el pecho y enchufándose a mi simbiótico para retirármelo, se que será enviado a otro cuerpo. Tengo las esperanzas que se vuelva topar conmigo en algún momento de la historia y quizás así pueda volver a mi misión original. – que puede ser, que puede ser…

- ¡ya lo tengo!

- Ya lo tiene, díganos entonces; 9013162150984040-7

- ¿Qué? A quien se refiere.

- A usted 9013

- ¡Mi nombre es John Nathan Martin’z Simon’s!

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